Volvemos a la carga, eso sí, con un año de retraso en nuestra cita anual "ineludible" con las recomendaciones musicales. En realidad, más que con un año de retraso, lo correcto sería decir que tras un año de oscuridad, sí, no publicamos el post de 2015 y ya es un poco tarde para hacerlo. De hecho, estando como estamos finalizando el mes de abril, quizás sea también un poco tarde para hablar de lo que nos gustó en el 2016, pero ya en el anterior post, Un paseo por la actualidad del prog español, nos disculpamos por lo de 2015 y nos comprometimos con 2016. Este blog está de vuelta, y necesitamos de estos artículos.
Creo que 2015 no pasará a la historia como el de más y mejor producción de rock progresivo, pero como siempre hay buenos discos, o al menos a mí me lo parecen, que merecen la pena ser guardados en las discografías de los amantes del género. Lo que sí tengo la impresión es de que probablemente haya sido el año de la confirmación del buen estado de forma del prog español. Hace unos años, para mí habría sido impensable imaginar que en una lista de los 10 o 15 discos que más me gustaran de un año natural, habría 4 o 5 producciones nacionales. Es el caso de 2016, como veremos más adelante.
Creo que 2015 no pasará a la historia como el de más y mejor producción de rock progresivo, pero como siempre hay buenos discos, o al menos a mí me lo parecen, que merecen la pena ser guardados en las discografías de los amantes del género. Lo que sí tengo la impresión es de que probablemente haya sido el año de la confirmación del buen estado de forma del prog español. Hace unos años, para mí habría sido impensable imaginar que en una lista de los 10 o 15 discos que más me gustaran de un año natural, habría 4 o 5 producciones nacionales. Es el caso de 2016, como veremos más adelante.