Parece que, en este aún joven 2013, los aficionados al rock progresivo vamos a estar de enhorabuena pues no sólo algunos de los más esperados trabajos que ya han visto la luz son buenos, sino que lo que aún está por llegar tiene pinta de que no le irá a la zaga. Personalmente lo publicado en 2012 no me pareció excepcional como norma general aunque, como en todos los órdenes de la vida, hubo contadas excepciones que sí merecieron realmente la pena.
Comparto la idea de muchos aficionados al género que valoran la etapa actual como una nueva época dorada del rock progresivo. Tras lo deprimente que resultaron las décadas de los 80's y 90's, parece que en los últimos años ha llegado el resurgir de la mano de buenas bandas que han sabido transformar y adaptar el estilo de los 70's, verdadera edad de oro de este movimiento, a las inquietudes y gustos actuales. Eso sí, lo que no se ha conseguido ha sido desplazar mínimamente de los medios de comunicación a los grupos y artistas de corte más comercial. Es por eso que tenemos que agradecer a internet la posibilidad que nos ha dado de conocer una música marginal y minoritaria que estaba avocada al ostracismo más absoluto y que, gracias a este nuevo canal de comunicación, ha conseguido difundirse hasta estar al alcance de cualquiera que esté hastiado de los mismos acordes, estructuras y sonidos de siempre.