Si nos atenemos a cierta literatura y al cine basado, o al menos inspirado en esta literatura, la respuesta al asunto que da título a este post es sí. Pero ¿se trata de ficción?, es decir, ¿los relatos de grandes fugas de gulags en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial son sólo novelas, relatos de ficción, o esconden tras de sí auténticas historias de superación y supervivencia? El motivo de este pequeño artículo no es otro que el de dar a conocer un par de historias hechas película: Hasta donde los pies me lleven y Camino a la libertad, en las que los protagonistas logran sobrevivir no sólo a la vida del gulag, sino a una fuga épica en toda regla.
Pero antes de comentar estas películas sería conveniente aclarar de qué estamos hablando cuando nos referimos a un gulag. La palabra gulag es un acrónimo ruso de Glávnoie upravlenie ispravítelno-trudovyj lageréi i koloniy, que en castellano quiere decir Dirección general de Campos de Trabajo, pero es un término que se ha acuñado para definir el lugar físico del campo de trabajo. A pesar de que en la actualidad se usa con conocimiento de causa, esta terminología era completamente desconocida en los países occidentales hasta la publicación, en 1973, de la obra Archipiélago gulag, del escritor ruso Premio Nobel de Literatura, Aleksandr Solzhenitsyn.