Cuando en los comienzos de este blog hablábamos de la serie Black Mirror en el artículo Black Mirror y la deshumanización del futuro, en lo que fue el segundo post cronológicamente hablando, en ningún momento se dejó entrever que el genial Charlie Booker, creador de la misma, nos ofrecería una segunda entrega de tan exitosa y aplaudida obra. Es más, a día de hoy he estado buscando información y no hay nada definitivo de cara que se nos vaya a deleitar con una tercera temporada. Así pues, los pasados 11, 18 y 25 de febrero, el canal privado de televisión británico Channel 4 emitió los 3 nuevos episodios correspondientes a la segunda temporada, mientras que en España, por su parte, el canal encargado de la retransmisión ha sido TNT.
Como ya ocurriera en la primera temporada, no existe relación alguna entre escenarios, personajes o historias entre los nuevos episodios, de hecho, se podrían ver perfectamente los 6 capítulos que componen la totalidad de la serie hasta ahora en el orden que quisiéramos. Eso sí, hay un nexo común entre todos ellos, las pantallas, pantallas de móvil, ordenadores, televisión... de donde toma el nombre la serie, en español Espejo Negro y donde, sin que nos demos cuenta, nos miramos a diario de forma infinita y hasta la saciedad, sin valorar las implicaciones que tiene. Es precisamente en esta dependencia donde hurga Charlie Booker para ofrecernos, de un modo cuasi visionario, una análisis crítico del futuro.