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domingo, 14 de julio de 2013

El renacer del Rock Progresivo español (I): Albatros

Es de justicia comenzar este serial de grupos españoles de rock progresivo por la banda que de algún modo me abrió las puertas de la nueva escena nacional: Albatros. Allá por 2011, viendo las buenas críticas que estaba recibiendo un disco llamado Ursusde una banda catalana de la que nunca había oído hablar, me decidí a darle una oportunidad para ver qué era aquello que estaba teniendo tan buen recibimiento. Las buenas sensaciones fueron instantáneas, tanto es así que desde la primera escucha ya me pareció aquello un trabajo sensacional, lo cual no es fácil en este mundo del rock progresivo, los asiduos de este género saben perfectamente de que hablo.

El aprecio personal que tengo por este grupo vas más allá de lo musical, puesto que he estado en contacto por correo electrónico un par de veces con ellos y el trato que me han dado en todo momento ha sido muy cordial, atento y sobre todo muy cercano. Tanto es así que en los correos que nos envíamos cuando les solicité el envío de una copia de Ursus intercambiamos algunas recomendaciones musicales bastante provechosas por mi parte. Me dijeron que estaban apareciendo muy buenos trabajos nacionales, por ejemplo Ignatius y Absente H, por lo que investigué un poco y estaban en lo cierto, así que me puse manos a la obra a hurgar en lo contemporáneo de rock progresivo español porque estaba convencido de que había más y, así fue.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Recomendaciones musicales 2011

Haciendo una pequeña síntesis anual de 2011, he de decir que fue un año realmente maravilloso en cuanto a la cantidad de buenos trabajos que se editaron y es por ello que los aficionados al progresivo estuvimos de enhorabuena.

Del año pasado me gustaría destacar la aparición en solitario de Sean Filkins (exmiembro de Big Big Train) con una obra magistral: War and Peace and Other Stories. Este fabuloso trabajo tiene la capacidad no sólo de sorprender sino de mantener la atención constante durante todo el álbum, sin duda fue para mí la sorpresa del año.

Por otro lado tenemos a Phideaux, que ya no puede sorprender a nadie, una vez más (y seguro que no es la última) volvió a dar la talla sobremanera con Snowtorch que confirma a Phideaux como todo un clásico y un seguro de elegancia y calidad.