jueves, 6 de septiembre de 2018

Fatalidad y fútbol en Ibrox Park

Continuamos con un nuevo episodio de nuestro serial dedicado a recordar las tragedias que conmocionaron el fútbol y la opinión pública británica durante el pasado siglo XX. Tras nuestros relatos de los dramáticos acontecimientos del estadio de Hillsborough en Sheffield y del Valley Parade en Bradford, viajamos desde Inglaterra a Escocia, concretamente a Glasgow, para indagar en la historia negra de Ibrox Park, un estadio marcado por el infortunio y la desgracia, que vio como hasta en dos ocasiones la adversidad cubrió de fatalidad sus gradas y marcó la memoria colectiva de la ciudad para siempre.

Inaugurado en 1899, Ibrox Park es el hogar del Rangers Football Club, la secuela refundada del popular Glasgow Rangers que, a causa de su bancarrota, sufrió un descenso administrativo a la Scottish Third Division, cuarta división escocesa, donde jugaría la temporada 2012/13. Tras 3 ascensos en cuatro años, retornaría a la Scottish Premiership, primera división, en la temporada 2016/17 y con él, el ansiado Old firm. Inicialmente, hablamos de la década de 1870's (no olvidemos que el Rangers data de febrero de 1872), donde tras un periplo por distintos campos de Glasgow, el Rangers se asentaría en unos terrenos de Kinning Park, que abandonaría al poco tiempo para buscar un lugar mejor en el que construir un campo de más capacidad, Ibrox Park. En un primer momento se construyó un estadio en 1887 que pronto se quedaría pequeño, provocando la edificación de uno nuevo, aledaño al antiguo que, como ya hemos indicado, se estrenaría en diciembre de 1899, doce años después, y con una capacidad aproximada de 75.000 espectadores.